Ida, nacida de un proceso autodidacta, se distingue por la creación de piezas únicas elaboradas con plata mexicana de la más alta calidad. Cada diseño está cuidadosamente elaborado bajo una estética minimalista, resaltando la belleza de la simplicidad y la elegancia atemporal.
Te comparto poco de mi historia... desde pequeña, mis manos han tejido historias. Cada trazo de mis diseños, tenían un significado: eran pequeños susurros de amor, paciencia y sueños. Mi mayor inspiración siempre fue mi mamá. Ella veía en mis manos algo más que un pasatiempo, veía un reflejo de mi alma. Una mesa y mis cuentitas de colores eran mi propio mundo, uno silencioso, pausado, lejos del ruido abrumador del afuera. Para mí la belleza más grande está en lo sutil, en lo simple, en lo que se siente más que en lo que se dice. Y así es mi joyería: más que adornos, son refugios. Son amuletos para quienes como yo, encuentran en los detalles un lenguaje propio. Este proyecto es mi manera de honrar mi historia y compartirla con quienes buscan piezas con alma, con quienes creen en el poder de lo hecho a mano, con quienes entienden que una joya no solo brilla, sino que abraza y acompaña.
Con cariño,
Anabel
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